En la arquitectura tradicional japonesa, la luz es un
elemento fundamental. El diseño de las viviendas está concebido para generar
una sensación de penumbra en el interior. Los tejados clásicos, sobresalen
bastante con el fin de crear esta sensación de poca luz.
Tradicionalmente la
luz de la que se disponía era la del candelabro, de ahí que sea importante el
reflejo que hace cada material de ésta. Se aprecia el brillo metálico, pues
ayuda a aprovechar la poca luz de la que se dispone. Según va pasando el
tiempo, los objetos van adquiriendo una negrura, que hace que el brillo de éstos
cambie sustancialmente. Esa negrura es denominada “nare” y en la cultura
japonesa se considera que los objetos van adquiriendo elegancia según se hace
más presente este efecto. Es muy común el uso del papel en puertas y lámparas,
ya que proporciona una sensación de calidez.
Incidencia de la luz sobre el tatami en la Casa Propia de Tange
Tange, realiza un juego entre la luz y los materiales de la casa a través de la elección de materiales tradicionales. Como por ejemplo el uso del papel en las ventanas por su característica luz que generan; la madera, por la textura que ofrece al caer la luz en ella, así como la rugosidad también presente en el tatami.