Su concepto de planeación urbana como “metabolismo” se basó
en el préstamo metafórico de la fisiología humana con el fin de entender la
ciudad como un organismo vivo, donde los elementos arquitectónicos, más allá de
sus innumerables metamorfosis estéticas, cumplen una función vital y
contextual.
Con este concepto
Tange y sus alumnos denominaron las nuevas formas de la planeación
urbana que exploraron como contrapropuesta al crecimiento irregular de las
grandes ciudades japonesas, que no contaban con programas urbanísticos
adecuados para el boom industrial de la posguerra.
Fue durante la megadestrucción de Hisrohima, cuando Tange
respondiendo con una propuesta integral que consistió en un nuevo plan urbano y
su enfoque simbólico, el Centro de la Paz.
Relacionó su capacidad estética para el diseño
arquitectónico sublime con las cuestiones de la planeación urbana en gran
escala. Esto caracterizó precisamente
toda la trayectoria profesional de Tange.
Con El Tokyo Plan de 1960 se reveló la verdadera radicalidad
e Kengo Tange como urbanista metabolista, que transforma sus investigaciones en
un plan utópico. Tange propuso construir una estructura modular con una anchura
de 1000 metros sobre la bahía deTokio. Sobrepuestos en diferentes niveles hasta
una altura de 40m, colocó las autopistas y los edificios en un mega-eje entre
las riberas de la bahía, acentuado por una serie de rascacielos cilíndricos. En
total, el plan de Tokio fue concebido para cinco millones de habitantes más dos
y medio millones de puestos laborales; su realización hubiera tardado 20 años.
Con una radicalidad parecida al Plan Voison de Le
Corburiser, Tange presentó su Tokyo plan como una lucha visionara en contra de
la desorganización espacial y el crecimiento improvisado de su ciudad.